Invocación
¿Qué es una invocación?
Invocar.
(Del lat. invocāre).
1. tr. Demandar ayuda mediante una súplica vehemente.
Una invocación (del verbo latino invocare, "invocar", "llamar", "demandar") es una técnica de magia o religión que puede tomar las formas, siguientes, no mutuamente excluyentes:
Una forma de posesión espiritual.
Mandato o conjuro.
Auto identificación con ciertos espíritus.
De las materiales, las ocasiones que me han llamado, generalmente ocasionan la interrupción de mi descanso.
No es algo que ocurra muy frecuentemente con entidades materiales. Pero recuerdo los siguientes casos:
Una vieja amistad, a quien ya no había hablado durante años, me llamó de pronto sin pro ponérselo (dentro de un sueño). No habíamos terminado bien cuando nos distanciamos, pero el tiempo ya había hecho un trecho considerable para que no nos inmutaran las venturas o desventuras de cada una de nosotras.
Aquella noche mi sueño era tranquilo, pero de pronto comenzó a ser un tanto angustioso. Parecido a la sensación de insomnio. En mi mente veía imágenes de esta persona. Desperté y no pude conciliar el sueño. Era una invocación inmediata de los tiempos más alegres.
Desperté… pensé “¿Por qué esta persona? Tiene mucho que no había dedicado un solo pensamiento. ¿Por qué ahora?”
Anteriormente me había pasado, que entidades inmateriales me habían llamado, por lo que la sensación no me fue del todo ajena, sabía que ella había pensado en mí. Había emociones que no me pertenecían, emociones negativas como frustración, enojo algo de impotencia.
No tenía que investigar más, la información era suficiente para saber que ella estaba pasando por una mala temporada.
Sin embargo para satisfacer mi curiosidad, decidí investigarla sin que supiera que la buscaba. La encontré en una situación triste, sin empleo, añorando épocas más felices, cansada de las cosas y preocupada por una situación personal que se había dado en su familia cercana.
Cerré el capítulo. Una persona viva, en realidad no espera mucho de mí, solo un llamado de recuerdos felices.
AMISTAD PETIT
La segunda ocasión, fue con una amistad, que no es cercana,
en el sentido de que influya de manera directa dentro de mi vida diaria, en el
mundo de los despiertos (tampoco influye directamente dentro del mundo de los
dormidos).
Se trata de una amistad en la que de alguna manera había podido estar hablando de temas diferentes, a quién había podido probar un poco de sensibilidad extrasensorial. Había quedado de intentar algo dentro de Oniros, pero sin prometer nada, ya que no es algo tan sencillo para mí.
Aquella noche, me retiré de los despiertos, cansada deseosa de regenerarme. Pero la regeneración no ocurrió, tampoco el abandono al mundo de los dormidos. Era nuevamente noche de insomnio. Un llamado constante e insistente, un deseo inminente e impaciente. A tal grado que no pude dormir en lo absoluto durante la noche, solo pequeñas meditaciones y regeneración física.
¿Quién me llamaba de esta manera? Ni siquiera tuve que revisar a fondo, aunque no tenía imágenes, sabía que era ella quien impaciente deseaba que ocurriera, lo que había dicho intentaría.
Al día siguiente pude comprobar con ella esta impaciencia. Esta invocación estaba impregnada de impaciencia, inocencia, deseo de creer como creen los niños.
Se trata de una amistad en la que de alguna manera había podido estar hablando de temas diferentes, a quién había podido probar un poco de sensibilidad extrasensorial. Había quedado de intentar algo dentro de Oniros, pero sin prometer nada, ya que no es algo tan sencillo para mí.
Aquella noche, me retiré de los despiertos, cansada deseosa de regenerarme. Pero la regeneración no ocurrió, tampoco el abandono al mundo de los dormidos. Era nuevamente noche de insomnio. Un llamado constante e insistente, un deseo inminente e impaciente. A tal grado que no pude dormir en lo absoluto durante la noche, solo pequeñas meditaciones y regeneración física.
¿Quién me llamaba de esta manera? Ni siquiera tuve que revisar a fondo, aunque no tenía imágenes, sabía que era ella quien impaciente deseaba que ocurriera, lo que había dicho intentaría.
Al día siguiente pude comprobar con ella esta impaciencia. Esta invocación estaba impregnada de impaciencia, inocencia, deseo de creer como creen los niños.
AMISTAD MAIRE
Desde hace unos meses he entablado una nueva amistad. Quién en principio me pareció llamativa en su manera de dirigirse. Pero de quien navegue alejada, porque no me había abierto la puerta (invitado). Cuando la invitación se abrió, no desaproveche la oportunidad de conocerle. Aunque en principio fue un poco tardado (días), por los métodos de comunicación.
Las primeras conversaciones (entre la segunda y la cuarta) de esta amistad, fue donde se dio nuevamente el fenómeno.
Nuevamente alguien me llamaba, aunque a diferencia de los dos primeros casos no fue una invocación directa. Era más una necesidad de satisfacer curiosidad, de saber más, de aclarar muchas dudas contenidas.
Era una sensación parecida a la impaciencia del segundo caso, pero una impaciencia más madura… más que impaciencia creo que era la sensación que uno tiene cuando se abren los horizontes, una gran expectativa para recibir nuevas experiencias.
Así ha sido con las personas vivas que me son cercanas. Pero con las personas inmateriales o ajenas, no ocurre de esta manera. Aunque puedo terminar cansada, mi cuerpo descansa, me abandono a una noche de sueño ininterrumpido y tienen matices y connotaciones que son totalmente diferentes de las personas conocidas
Quizá porque una persona viva no suprime su propio potencial para cederlo a otra entidad viva similar.
Pero esta noche ocurrió algo diferente que me dejó pensando.
Desde hace cuatro meses, ha ocurrido la jubilación de una persona conocida. Este era un hecho feliz para la persona, pero dentro de la política y entenebra que se maneja dentro, la situación no ha sido sencilla para la persona.
En un principio era una situación feliz, que se ha tornado hasta la fecha en algo bastante tortuoso para ella.
Cabe mencionar que procuro no ocuparme mucho de los asuntos de los demás.
Pero de alguna manera me he visto involucrada, cuando menos como mensajero.
Desde entonces he recibido una serie de llamadas, de la cuál entiendo su situación, no sé porque pero las cosas aunque deberían de fluir de manera mucho más sencilla se han tornado en una situación política.
Estás últimas semanas he recibido llamadas, breves, porque estoy saturada de actividades.
No es tema que me haya dejado pensando fuera del recinto laboral. (Al menos hasta anoche)
Estaba teniendo un sueño tranquilo, un sueño común y corriente. Al igual que en ocasiones donde el sueño se torna especial me voy percatando de cosas que no corresponden a un sueño del subconsciente, que no corresponden a las regresiones y aprendizaje que se dan en los sueños del día al día.
Me encuentro soñando que estoy chachareando, sin prestar mucha atención, viendo bolsos y objetos. Pero entre caminar por los diferentes puestos, me voy dando cuenta que ya no me encuentro en un interior, si no en un exterior. En una calle, siempre que me percato de un exterior busco el Sol y el cielo, como casi siempre no lo encontré, solo una inmensa monotonía gris.
El lugar me parece extraño, en el sentido de no haber estado en él anteriormente. Pero tenía mucha coherencia, semáforos, gente, vehículos de varios colores y modelos, incluso alguno que otro bastante viejo, casas juntas, casi sin árboles.
Siento como si alguien me estuviera buscando, debo encontrarlo dentro de esa zona. Pero no sé a dónde ir.
Pregunto a un transeúnte:
¿Dónde está la persona que me busca?
No contestan, pero mentalmente llega a mí, la imagen de una casa de fachada blanca, con algunos ladrillos color tierra. Es una casa que no tiene cochera.
Buscó la casa, lo cual no toma mucho tiempo, porque me están llamando y deseo ir.
Ingreso sin problema, sin abrir las puertas. Siguiendo el llamado hasta encontrarme con la persona del mundo despierto.
Ella había estado hablando con alguien. Se había dispuesto a despedir el día se retiraba a dormir. Estaba rezando. Yo quise buscar un altar, porque me gustan mucho. Pero no lo encontré, al menos no donde ella estaba.
Rezaba primero de manera general, luego rezaba a Dios. De pronto mi imagen en el sueño se distorsionó, era yo del despierto, pero envuelta en una túnica y de mi espalda unas alas color gris.
Me estaba rezando a mí, no como persona si no me estaba rezando como se les rezan a los ángeles o a los santos…
No escuchaba sus palabras, pero si sentía sus pensamientos.
Era como si le pidiera a Dios que me otorgara el poder y la fortaleza, para ayudarle a resolver su problema. A mí me pedía disculpa apenada, como diciendo “Sé que te doy mucha lata, pero ayúdame, yo sé que puedes interceder por mí” y me hacía ofrecimiento como a los santos. De hecho ese primer rezo era ya una ofrenda a mi persona.
Me ofrecía un lugar en sus rezos no como una persona cotidiana, si no como una “divinidad” menor que pudiera ayudarle con un milagro que la reconfortara.
Quise preguntar pero no hizo falta, o quizá pregunte al mismo tiempo que respondía. Ella decía que a mí no me veía como a las demás personas, que percibía algo en mí, como cuando se percibe a un ángel en la tierra, pero sin darme todas las potestades, todavía quedaba ligeramente humanizada en su pensamiento.
Eso me dejo pensando.
No tengo dudas, de que en el mundo de los despiertos ha rezado, no me queda duda que me incluyó en sus oraciones y que me solicitó como potestad. Bien podría preguntarle directamente, pero no hace falta, sé que lo hizo, tengo absoluta certeza.
Me sorprendía la manera en que me invocaba, no me quitaba el sueño, no me sacaba de Oniros. No desgastaba mi cuerpo.
¿Por qué?
Se me ocurrió pensar; porque no me estaba llamando como me han llamado en ocasiones anteriores. Ella me llamaba con la fe de los que profesan la religión, me daba facultades y poderes angelicales, encomendaba su espíritu y su suerte a mi persona. Se ponía bajo mis “alas”.
Creo que esa es la diferencia, pero no podría estar segura, es la primera vez que me pasa.
Cómo ella hacía un llamado suave, con devoción religiosa, no me sacaba de Oniros.
Mi cuerpo y todo lo del mundo de los despiertos se encontraba aún a horas de distancia. Por lo que quise saber más de lo que ha estado viviendo esta persona en lo que al principio he definido como tortuoso.
Y con tortuoso me refiero a que es una cuestión que se zanja con facilidad, pero le han estado dando muchas vueltas.
Sin embargo desconocía su tortura, su tormento.
Como ya no podía regresar a un sueño normal, pero tampoco tenía la voluntad suficiente para despertar, habiendo ella abierto la puerta quise mirar mejor.
Así que me quedé contemplándola en sus rezos, para perderme en sus pensamientos y viajar en ellos.
Lo primero que vi, fue nuevamente la casa, se habían hecho algunas mejoras, pero todavía quedaban algunos retoques que hacer. Esto provocaba en ella pensamientos alegres.
Había dentro de la casa, algo que no corresponde al mundo de los despiertos. Había en el centro del lugar de reunión, plantado, un nopal de dos metros de alto.
Veía ir y venir su fantasma una y otra vez, tomando uno a uno los nopales, hasta dejar una raíz hueca y podrida que no se podía arrancar.
¿Qué significa esto? – pregunté.
Y las voces de todos los que observan, pero no son, respondieron:
- Ese es el camino que ella ha recorrido. Ha estado lleno de carencias. Pero lo recorría feliz, tenía esperanza, tiene esperanza, de encontrar algo bueno. Pero la situación actual la ha hecho sentirse desesperanzada, solo se aferra porque ha luchado mucho por esto. Por qué no se quiere ir sin dar la última batalla, pero es una guerra que prácticamente cree perdida.
Si supiera que ya todo ha pasado… pensé.
Después la vi ir y venir en su casa, cambiando todo de un lugar a otro.
Nuevamente pregunté - ¿Y esto qué significa?
Los que observan respondieron:
- Esto es todos y cada uno de los días, los recuerdos, las felicidades y tristezas que ella ha vivido dentro del lugar trabajado. Con lo cual se entiende que no ha habido un solo día, UNO SOLO, en el que sus pensamientos no la hayan traído de regreso al lugar de trabajo. Ella está herida y recorre el camino una y otra vez.
Seguí observando, pero ahora no tuve necesidad de preguntar nada, porque era todo muy claro. Comencé a ver adornos de las fiestas patrias que pasaron hace un mes aproximadamente. Lo que quería decir que se reunieron en su casa a celebrar gran número de familiares.
Vi después una mesa abundante siempre de comida, el ambiente era cálido y familiar. Lo que significa que en el mundo de los despiertos, ella es el punto de reunión de familiares, dónde se come siempre con la calidez del hogar. Donde la comida sabe a familia y alegría.
Eso me conmovió mucho, porque entonces comencé a ver tierra, lugares desérticos y casas pobres. Eran sus familiares de campo, los que suele frecuentar y quienes también la esperan con la misma alegría cuando va con ellos.
Comencé a ver entonces mucha agua, agua obscura. Mire el cielo, ya no era el cielo gris neutral de siempre. Era un cielo lleno de nubes de tormenta, comenzó a llover.
Sentía la lluvia y era un poco fría. De mi pensamiento escapo “¿Por qué llueve?”
Pero en esta ocasión respondió una persona de los despiertos, la voz de una niña de entre 12 -14 años de edad.
Son sus lágrimas- respondió.
Miré a la infante. Era evidente que se trataba de familiares, pensé que quizá una nieta, por la edad de la persona.
- ¿Quién eres? – dije
- Una sobrina- lo cuál puse en duda, por que eso no hace lógica con lo que se esperaría del otro lado.
- ¿Ha estado llorando por la situación de su salida?
- Sí, llora frecuentemente por ello. Hemos tratado de animarla, y ella se muestra tranquila y en paz con nosotros. Pero yo sé, yo siento que en el fondo ella ha estado muy triste y deprimida por esta situación. Estoy segura de que ha llorado algunos días por ello.
- ¿Podrías decirle que todo esta bien? Llevará algo de tiempo pero ya se resolvió en su favor.
- Me gustaría decírselo, pero es algo que voy a olvidar cuando despierte. Lo mejor que he podido hacer es tratar de ayudarle un poco en cosas que por tener la cabeza pensando en ello se le olvidan.
Comencé a alejarme, ya no deseaba saber más. Miré por última vez a la persona, ya estaba tranquila, sus pensamientos estaban en otro lugar, y había aplazado después del rezo su angustia hacía otra fecha.
Me relaje, abandone todos los pensamientos hasta que quede en silencio, lista para despertar.